Masía catalana del siglo XVII, toda de piedra y que corresponde a un patrimonio familiar. Restaurada con mucho gusto y confort. Dispone de todas las comodidades. Masía situada en un espacio natural exclusivo de 120 hectáreas, rodeada de bosques de pinos, chopos, plátanos, campos de cultivo y con una pintoresca balsa, donde se puede disfrutar de la tranquilidad y bienestar que nos proporciona su entorno. Espacio de reserva custodiado por una fundación de estudio de la fauna. La masía consta de tres viviendas totalmente independientes con jardín privado cada uno.

Cada vivienda se distingue por un particular encanto: la Casa solariega tiene la majestuosidad de la casa señorial, mientras que la vivienda Sol naciente está situada encima de un jardín colgante, y, finalmente, la del Patio posee el encanto de acceder a través de un patio embaldosado de uso exclusivo. Todas las viviendas tienen toma de teléfono y ADSL, están totalmente equipadas con electrodomésticos (nevera, lavavajillas, lavadora, horno eléctrico y vitro). Además del jardín privado, la masía dispone de un jardín comunitario donde hay situada una piscina de 9 x 18 m totalmente cerrada y un campo de fútbol.